Excursión a La Iglesuela del Cid.
Otra visita que hicimos en el Maestrazgo en Febrero del 2012 fue a esta población.situada en el limite de las provincias de Teruel con Castellon.
La Iglesuela del Cid es un pueblo de Aragón (España), provincia de Teruel, de la comarca del Maestrazgo. Su término municipal es limítrofe con los de Cantavieja, Mosqueruela (Gúdar-Javalambre), Villafranca del Cid (Alto Maestrazgo) y Portell de Morella (Els Ports). Está situado a una altitud de 1.227 metros.
La Iglesuela del Cid se sitúa al pie de una amplia loma, densamente ocupada por uno de los mejores paisajes de arquitectura en piedra seca de Aragón: unas 150 casetas, en su mayor parte cubiertas con falsa bóveda y rodeadas de decenas de kilómetros de tapias constituyendo un Patrimonio Etnográfico protegido como Conjunto de Interés Cultural.
A finales del siglo XII se aprovechó un antiguo mausoleo romano, transformándolo en la pequeña iglesia (“iglesuela”) que da nombre al municipio. En sucesivas ampliaciones se construyó el complejo actual, en el que destaca la iglesia, el patio porticado y la hospedería.
Se ha encontrado el yacimiento de una ciudad íbero-romana, cerca del Santuario de la Virgen del Cid (a unos 3 km del casco urbano).
A La Iglesuela del Cid se accede a través de la carretera A-227 y por la carretera A-2706. La Iglesuela tiene interesantes puentes, destacando el de La Pobleta de San Miguel, en el límite con la provincia de Castellon.
En los alrededores cabe destacar la Ermita de Nuestra Señora del Cid (XVI-XVIII), que cuenta con inscripciones ibéricas.
La Peña del Morrón, los parajes de La Toquilla y la Rambla de las Truchas, son lugares a los que se pueden realizar agradables excursiones.
Bonito municipio de la turolense comarca del Maestrazgo. Se levanta en la vertiente noreste de la Sierra de las Dehesas enmarcado entre el río de La Cuba y la rambla de las Truchas, muy cerca de la frontera con Castellón.
La Iglesuela del Cid atesora un rico pasado histórico con orígenes ibero romanos, tal y como muestran los yacimientos estudiados a las afueras de la localidad. De época romana se conservan importantes restos en forma de mausoleo. Tras la Reconquista pasa a manos de la Orden del Temple para después estar en manos de los sanjuanistas. No cabe duda que la localidad vivió un largo periodo de bonanza económica desde la Baja Edad Media abarcando toda la Edad Moderna, fruto de la cual se construyeron todos los palacios y casonas que contemplamos hoy en día. Después se vivieron épocas de tensión con el paso de los enfrentamientos bélicos del siglo XIX. Actualmente el descenso de población se ha ido frenando gracias a un buen enfoque turístico de la zona y de la conservación de algunas industrias locales.
La belleza y excelente conservación de su casco urbano le valió en 1982 ser declarado Conjunto Histórico-artístico. Son numerosos los palacios que nos encontramos paseando por sus calles empedradas, destacan las casas Guijarro, Grande y Aliaga como bellos ejemplos del modelo renacentista aragonés. Perfecta factura de sillería en piedra, grandes vanos y galería de arquillos con trabajado alero de madera como remate, son las principales características de estas construcciones cuyos patios están decorados con elaborados suelos empedrados.
Atravesando un espléndido arco ojival accedemos a uno de los espacios con mayor encanto, la Plaza Mayor. Aquí se concentran edificaciones de muy distintas características. De entre todas ellas destaca el Ayuntamiento, levantado entre los siglos XIII, XIV y XV en lo que fue la Torre de los Nublos, antiguo torreón fortificado que protegía a la localidad. La parte baja presenta una lonja formada por un arcada ojival. En su interior destaca la techumbre mudéjar que decora sus Salón de Plenos.
Sin abandonar la Plaza Mayor la Casa Matutano-Daudén (siglo XVIII) nos abre sus puertas para mostrarnos sus bellos interiores barrocos, así como uno de los mejores ejemplos de escalera imperial en Aragón. Actualmente este edificio se ha rehabilitado como Hospedería del Maestrazgo.
Todavía nos queda por visitar dentro de este perímetro la iglesia parroquial de la Purificación, templo que conserva de sus orígenes góticos la nave central y la cabecera, sufriendo posteriormente varias ampliaciones barrocas.
Pero nuestro recorrido no acaba en la plaza, el resto de calles de la localidad nos esperan realizando un pintoresco itinerario en el que disfrutar de cada rincón, portada, fachada y textura de los paramentos decorados con emblemas, escudos y otros elementos decorativos.
En las inmediaciones del pueblo se encuentran interesantes destinos de muy distinto origen, se trata de los yacimientos ibero romanos del Puntal del Moro y de la Cueva de la Bonifacia, y el Santuario de Nuestra Señora del Cid levantado sobre el conservado mausoleo romano. A ambos se puede acceder tomando un atractivo camino que nos da a conocer el sugerente paisaje que rodea a La Iglesuela de Cid.
Entra en este enlace y podrás ver mapas, fotos y otros detalles de La Iglesuela de Cid:
Primarzo febrero 2012
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